sábado, 31 de octubre de 2009

POEMA II (Domingo)

Nacida esta la sagitaria en medio de mi pecho
Mis venas raíces secas de líquido ferviente
Llenitas sin par con sal y con arena
Letargo eterno de horas que pasan, de ausencias asesinas
De silencios esparcidos en el tiempo



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Pablo Fernando Casas
2008

Porque el Último Trago es el mejor de todos 5/5

Buika tienen esa naturaleza extraña que la hace indefinible, bellamente indefinible. En sus 4 discos ella ha logrado cantar un poco de todo, pero reinventando cada uno de los “géneros” que decide explorar. Este ha sido el turno para las rancheras, si bien en su anterior trabajo niña de Fuego ella ya había hecho acercamientos a las letras del país Mexicano, en este álbum decide arremeter con toda.

Es un disco tributo a la siempre viva Chavela Vargas, a esos temas que en voz de la Vargas han pasado años y han demostrado que el dolor y el desamor tienen una belleza desgarradora. Sin embargo las canciones no suenan a esas rancheras lejanas y confundidas en el tiempo y la melancolía, sino que por el contrario están repletas del sabor del Jazz Latino, de ritmos diversos, y es aquí cuando se siente la fuerte presencia de Chucho Valdez, el compañero de viaje de Buika por estas canciones con sabor a chile Mexicano, pero con aroma a Cuba.

Este es un álbum imposible, de los que nadie piensa encontrar en una tienda, de los que por más que uno se resista a creerlo es verdad, canciones que suenan frescas, como si hubiesen estado bajo el sol durante décadas para ya en estos días zambullirse en un mar placido y refrescante llamado Concha Buika. Se destacan las versiones de las canciones Se me hizo fácil (Primer lanzamiento), Las Ciudades, Soledad, En el último Trago y Vamonos.

Como la misma Buika dijo en una entrevista recientemente sobre las canciones Mexicanas, aplica para El Último Trago, al terminar de oírlo uno entiende que no eras tan victima ni la otra persona tan culpable…. Solemnizar el dolor.

jueves, 29 de octubre de 2009

La Caja de Pandora, Una Caja de Sorpresas (4 1/2)



La caja de Pandora de Turquía es una película que con sencillez y sin ninguna pretensión de fondo lleva al espectador a lugares inimaginables de reflexión, sobre la soledad, el amor, la libertad, los recuerdos y el tiempo.

La directora Yesim Ustaoglu que completa su cuarto largometraje teje una historia sobre una anciana interpretada por Tsilla Chelton, que padece de alzhéimer y alrededor de este hecho los demás personajes van mostrando sus angustias, dolores y soledades escondidas. La interpretación de la francesa Tsilla Chelton es arrolladora, certera e impresionante, al ver este papel se puede pensar que Tsilla Chelton llego a donde nadie mas podrá llegar.

Ganadora de premios de festivales y bla bla bla, pero lo importante es verla, darse el regalo de ver algo para toda la vida. Aun esta en la cartelera de los Cines Colombianos.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Tus líneas azuladas en la noche

Tus líneas azuladas en la noche
Como mares delirantes por tu piel,
Cuatrocientas conchas son tu pecho claro
De hielo en ardientes brazas es tu abdomen que no logran derretir
Y el vaivén cómodo de tus manos como prolongados caballos en cárceles de miel

Si es que el tiempo ya no es tiempo
Y lo morado marca el compás de las palabras
Cual metrónomo que se resiste a detener.
Y como no atacarte plenamente
Si los cielos grises ya no pueden disiparse


Si mi tiempo ya no es tiempo
Que el azul derrama lágrimas de goce
Con tibias escafandras que quitamos con afán.
Y como no escribirte abiertamente
Si tus piernas con las mías se asfixian de placer


Pablo Casas.
Septiembre de 2009

Poema I (Sabado)

Entrecortados están los témpanos de hielo sobre la mar,
Un mar lánguido y helado con algas disecadas,
De peces negros y suaves relámpagos plateados
Cardúmenes y cadavéricos emplastados en las rocas
La garganta toda mar, la garganta toda frío


Ondas rápidas atravesando el cielo,
Los colores pálidos y temidos, los colores que son dolor y sangre
Sangres oscurecidas y enmohecidas por los hechos
Por la historia no contada, por los látigos jadeantes y victoriosos de la muerte
Muertes sucesivas empapadas de nimio licor



Cuan agotadas están las calles
Extinguidas por las suelas duras de indignos transeúntes.
De noches blancas con temerarias lunas manchadas de saetas
Pero acaso ¿Ya es de día?
Doliendo el espejo en medio de la plaza Valdez está. OH pecho cristalino e impuro de lirios perfumados





Pablo Casas G.

2008