sábado, 31 de diciembre de 2011

2011-12-31



Otro año… Cada vez la idea de tiempo se acelera, se van colando las historias de esta vida que es como una pantera…. Siempre cuando termina un año me gusta ver hacia atrás para descubrir con asombro o con horror todo lo que paso, y los golpes de lo que siempre se quiso  y nunca fue.  

Pero hoy con fuerza me obligo a ver al frente… Un futuro, una ciudad diseminada… No sé si vendrán cosas mejores, o si como los mayas,  tenemos la desdicha de historias circulares que se repiten como las vueltas de los segunderos del reloj.

Ahora en las mañanas me estoy levantando a hacer sanduchitos, compré una licuadora nueva y hago un preparado de vainilla lo más de rico… Los Kellog’s han salido del menú por meses (debo comprar). Me gusta el olor de la mañana, salir caminando por la 5ta sin pensar… Mi cabeza es de nuevo una hoja en blanco, como separación de un capitulo, y ya me siento con fuerza de rayarla toda de manera voraz.

NOTA: Para el 2012 cambiaré el diseño del Blog,  vamos a ver que tal queda. 




martes, 6 de diciembre de 2011

Llegar a ti

La relación con el agua no es intencional... Es una fuerza que me lleva más allá del control... Como el amor.... un fuerza extraña que logra hacerlo todo... Atravesar las cordilleras... emprender la aventura de vivir acompañado... El Tequendama, tan mío como siempre... quiero llegar a ti.... Saltar de vista a ti como los amantes... (El fin de semana iré a verte, una vez más)

lunes, 5 de diciembre de 2011

No hay mas miedo…



Desande un camino por el que transité tantas veces. Un bosque espeso, de tibias hojas que se precipitaban en ramos… Algunas de ese tono amarillento, otras aun con un tímido verde como marcando las esperanzas al filo de la muerte. Sobre las rocas adormecidas hormigas calientes, y esa luz al final, como si el caminar fuera un nadar entre el viento de olores, la madera seca, a fresas con crema, a vodka con naranja.

Eso era cosa seria… eran lengüetazos presuroso en un baño de paredes verdes, paredes que gritaban silencios, manos ensopadas en whisky entre mi entrepierna húmeda tus manos arenosas, la profundidad de tus ojos de alce en manada… La adrenalina, tu nombre susurrado por jeringas en mis venas, bombeadas en mi cuerpo lleno de letras y de polvo…

El bosque bordeado por cercas peligrosas, panteras que asecharon agazapadas en ordinarias manos agarradas. Un borde lento de colmillos rodeados de cintas rojas de cianuro…. El LIMITE… Un temor… tu mano lejos de la mía… el abismo… LA LIBERTAD.

Las luces rojas pasando a laser verde que se meten por tus contundentes ojos negros… tu pelo revuelto por mis manos como garras de águila en un rio claro de tu lengua serpenteante. Tu sombra golpeando con fuerza la columna erguida como cómplice de nuevas ropas rasgadas sin pensar… Eres droga que se entra por los ojos, como certeras bocanadas de humo azul apaciguado… Mi mano a la tuya en nudos de carnes y de huesos, me alejas con veloz angustia a un orgasmo temprano, con un cómplice sol que entra por mi cortina mal colgada y cotidiana… Afuera la ciudad… Afuera la ciudad suicida de recuerdos en cisternas.